Respeto: fortalecer y potenciar el respeto del niño/a hacia sus pares, adultos y hacia el ambiente físico que lo circunda favorece la convivencia y la interacción social. Le permitirá admirar el mundo que lo rodea, escuchar y acercarse al otro. Así mismo el respeto hacia el ambiente natural trae consigo el despertar de la conciencia ambiental.
Integridad: educar a los niños de forma integral, como un todo, considerando su aspecto motor, su área afectiva, social y cognitiva, todos los factores que llevan a desarrollarse incluyendo aquí la formación de hábitos y la formación valórica.
Compromiso: educar siendo responsables con los desafíos de la primera infancia.
Diversidad: educar valorando y reconociendo la diferencia de todas las personas (niños o adultos).
Calidad: Trabajar con excelencia.
Estos valores actúan como organizadores de todo nuestro quehacer educativo.